Cada participante experimentará con tambores y distintos elementos de percusión, esa experiencia directa y personal con el instrumento y descubrirá las energías que genera. Trabajar con distintas vibraciones y ritmos obliga al participante a desarrollar el nivel de escucha y de concentración. Por otro lado, el ritmo estimula el trabajo de grupo ya que tiende a la ordenación.

Utilizaréis vuestro cuerpo como instrumento, palmas y pies al ritmo, y una vez  listos, tomareis contacto con los instrumentos, realizando diversos ejercicios que os ayudarán a realizar una potente composición rítmica final con ritmos de distintas partes del mundo.

Cabe la opción de realizar un taller de street percussion, utilizando exclusivamente Bidones, cubos, latas, tapas, cilindros de obra, tubos de electricidad, palos y brochas…  Aquello que podrías encontrar por la calle!

Si lo preferís, podéis convertir el taller en solidario, fabricando y decorando algunos instrumentos con vuestras propias manos, para después donarlos para su uso en talleres musicales y de desarrollo cognitivo que realizan diferentes asociaciones.